vicente rus

Cuando la transición echó a andar yo era un niño cuyos únicos problemas eran unos zapatos de plantillas ortopédicas para mis pies planos y un rotacismo pronunciado por una mala colocación de la lengua y el aire. Mis recuerdos a este respecto son aún vivos y en algún sentido traumático. Así, por ejemplo, no olvido mis primeros cantos del himno de Andalucía: ¡cómo y cuánto temía cantarlo!

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