Quiso Su Sanchidad para este 23 de julio, en plena ola de calor y con las vacaciones medio pergeñadas, convocar elecciones generales. Y todo por dar un cambio de rumbo a los desastrosos resultados de las pasadas autonómicas y municipales del 28M. Nada que objetar, porque todo se le escapaba de las manos. Ahora que a la mentira se le llama cambio de opinión, el PSOE no lo tiene nada fácil. Bueno, al menos es lo que dicen las encuestas.
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