«Un sueño de armonía y de paz, un estado perdido y deseado en el que se vivía en equilibrio con la creación, un lugar donde no sentirse aún desarraigado. En el paisaje imaginado reina la felicidad, la sencillez y la paz en un ambiente idílico habitado por pastores en consonancia con la espontánea vida natural no corrompida aún por la civilización. Escenas costumbristas ambientadas en paisajes bucólicos, una versión del propio paraíso».

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