Media España asustada por el beso sin consentimiento a una de nuestras jugadoras de fútbol. La maquinaria mediática en ebullición demandando que el chuleta Rubiales no puede continuar ni un día más al frente de la Federación Española de Fútbol. Y cuando todo el mundo daba por hecho que presentaría su dimisión, el menda dice que no se va. ¿Pero cómo va a renunciar por un beso un individuo al que le pagan 600.000 euros por su trabajo y una casa? Lo de tocarse los genitales al lado de la Reina es otra cosa, un gesto de lo más soez muy propio de un barriobajero. Somos el hazmerreír del mundo y en vez de estar celebrando la gesta de nuestras chicas campeonas del mundo en fútbol femenino, aquí estamos contando las horas que le quedan para que se vaya o lo echen. Tenemos lo que nos merecemos.
CONTENIDO EXCLUSIVO
Hazte socio. Si ya lo eres y aún no tienes claves pídelas a socios@lavozdealcala.com
Si ya eres socio inicia sesión