Nos estalla en las narices, en las pupilas, en la piel la primavera, jugueteando traviesa con el equinoccio y los almanaques, con las previsiones, con los cambios de ropa y de hábitos. Nos revienta la explosión de luz que se ha adueñado de los campos, del parque, de la vida en el río. Nos apabulla con la belleza paseándose a cuerpo, haciéndose mirar y desear, su obligación.

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Licenciado en Filología Inglesa. Profesor en el I.E.S. Albero.