Una de las características que definen los tesoros es su mantenimiento en secreto. Un conjunto de valiosas joyas y objetos preciosos escondidos, reunidos y guardados de cuyo dueño no queda memoria. Al misterio de su procedencia, o la causa que animó a ocultarlo para protegerlo, se contrapone la emoción de descubrirlos, sacarlos a la luz y compartir la experiencia de su contemplación. Meritoria es la labor de aquellos que nos los ponen ante los ojos y nos recuerdan que existen, a pesar de que siempre han estado allí.
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