Perdón

Hoy inicio mi andadura como opinador en esta sagrada casa, todo un ejercicio de responsabilidad. La responsabilidad de quien se pone delante del teclado a escribir es alta. Sentarse a opinar sobre asuntos de actualidad no es fácil, aunque esté muy extendido. Exige tres fases: informarse, enjuiciar y reflexionar sobre el hecho y traducir las conclusiones en un texto inteligible, atractivo y con valor. Lástima que cada vez se ataje más y se acceda a la tercera fase sin pasar por las primeras y de forma descafeinada. Al fin y al cabo, si uno se equivoca siempre puede pedir perdón.