Igual que al Jefe del Estado no le da dos besos en una recepción ni su santa madre, se debería instaurar un protocolo para los actos oficiales con cargos públicos de distintos ámbitos, también municipales. Cada vez son más las personas que se sienten incómodas con tanto besuqueo en público, sobre todo las mujeres, a las que socialmente siempre se les ha impuesto el beso como forma de saludar. Quizás la pandemia y las medidas de protección que nos hemos impuesto en estos últimos años han acelerado un proceso que parecía lógico.

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Licenciado en Periodismo. Actualmente La Voz de Alcalá, Sevilla Actualidad y En Andaluz. Antes en Localia TV y El Correo de Andalucía.