El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha admitido a trámite el recurso presentado por el Grupo Popular en el Ayuntamiento de Alcalá contra el Estudio de Detalle para la apertura de una nueva calle que conectaría la Plaza Cervantes con Conde de Guadalhorce. El acuerdo fue adoptado por el Pleno municipal el pasado 17 de septiembre de 2020 con los únicos votos a favor del equipo de Gobierno, PSOE y Cs.
La sección segunda del lo contencioso-administrativo del TSJA ha reclamado el expediente administrativo al Ayuntamiento, que deberá entregarlo en el plazo de cinco días. El PP interpuso un contencioso-administrativo al entender que “dicho acuerdo incumple el actual PGOU de la ciudad como venimos advirtiendo desde hace meses”. Asimismo, el TSJA da por solicitada en este recurso la petición de la suspensión cautelar del acuerdo plenario.
“No vamos a permitir que el Gobierno de PSOE y Ciudadanos continúe saltándose la legalidad, por lo que vamos a fiscalizar cualquier paso que den para que las actuaciones municipales sean claras y transparentes”, ha aseverado la portavoz del Grupo Popular, Sandra González. Ha añadido que “van a llegar hasta el final en este asunto, pues estamos convencidos de que la apertura de la nueva calle que pretende el Gobierno de PSOE y Ciudadanos sólo vendría a empeorar aún más la situación de caos que ya vive el centro de Alcalá desde años”.
Desde el PP local defienden “una remodelación del centro histórico de Alcalá consensuada con todas las partes implicadas, vecinos y comerciantes, y no impuesta, atendiendo únicamente a fines electoralistas, como pretende el Gobierno de Jiménez”. La portavoz popular, también ha recordado que “este proyecto, aprobado en solitario por el Gobierno de PSOE y Ciudadanos, ha sido rechazado no sólo por toda la oposición en bloque, sino por los propios vecinos con miles de firmas y no cuenta siquiera con un estudio de movilidad que diga si esa es la mejor opción”.
González ha asegurado que, “de llevar a cabo este proyecto, el Gobierno de PSOE y Ciudadanos no sólo continuaría dilapidando nuestro patrimonio histórico y gobernando contra los intereses de los vecinos, sino que convertirían el centro de Alcalá en una auténtica ratonera, pues es materialmente imposible que la calle Conde de Guadalhorce, estrecha y llena de cocheras, puede adsorber y dar salida a todo el tráfico del centro que llegaría desde las calles Alcalá y Ortí, Pescadería y La Plata”.