En verano, en el pasado de mis padres y abuelos, algunas huertas, no todas, y también ciertos molinos, despertaban un interés especial en la población más joven. Todavía entre mis recuerdos infantiles permanece la estampa del domingo aquel que la abuela me mandó como «carabina», para que guardara a la tía más pequeña, María.
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