La borrasca Bernard destruyó en octubre una gran parte del arbolado. Aún podemos ver los efectos de su paso en algunos puntos. A la entrada del parque Oromana, si el visitante se fija a su derecha, hay troncos levantados que dejan una estampa desoladora. Cuatro meses después, aún no se ha terminado de retirar las ramas y troncos caídos, según ha confirmado la Delegación de Medio Ambiente.

CONTENIDO EXCLUSIVO

Hazte socio. Si ya lo eres y aún no tienes claves pídelas a socios@lavozdealcala.com

Si ya eres socio inicia sesión