Por la calle principal de Alcalá pareciera que fuera a pasar un metro. Ni tranvía ni niño muerto para ir a Sevilla. En cuanto pongan el horrible ascensor de óxido controlado, nos podremos hacer a la idea de que el Teatro Gutiérrez de Alba está en la Gran Vía de Madrid y salimos de la boca del suburbano para ver El Rey León tan ricamente. Qué barbaridad de obras. Alineados como soldados están los tubos que van a meter. Ríanse de la gota fría que se llevó la vida de dos mujeres en octubre de 2007.
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