Él, que vivía o vive en una zona residencial de lujo en un pueblo que no es el suyo y del que tanto rédito político le sacó, iba pregonando por los cenáculos municipales que la solución del Castillo era bajarlos al Centro para que se integraran. ¿Forma parte lo que está ocurriendo de un plan preconcebido? ¿Es este, la okupación de casas en los barrios viejos de Alcalá, otro experimento socialista de buenismo idílico allí donde saben que sus votos son de la derecha y no de ellos? ¿O es que sencillamente se les ha ido de las manos?

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Periodista del diario ABC desde 1989. Alumno becado por el Foreign Office en Londres, fue profesor de Opinión Pública en el Instituto Europeo de Estudios Superiores de Madrid