Las madres y padres modernos piensan que procurándoles a sus hijos todo lo que desean les evitan frustraciones que incidirán negativamente en sus vidas. La intención es buena. Los padres queremos lo mejor para nuestros hijos. Ahora bien, eso no quiere decir que no nos equivoquemos.

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Escritora y columnista de La Voz de Alcalá.