Los mayores estamos viviendo una etapa muy diferente a la que vivieron nuestros padres. Ya ni siquiera se nos llama viejos y, de llamarnos de ese modo, nos juzgamos insultados porque no nos sentimos viejos.

CONTENIDO EXCLUSIVO

Hazte socio. Si ya lo eres y aún no tienes claves pídelas a socios@lavozdealcala.com

Si ya eres socio inicia sesión

Escritora y columnista de La Voz de Alcalá.