Nacido y crecido en el franquismo, respeté sus normas y percibí su hacer para el resurgir de la España de posguerra. En el 78 se desencadenó un vendaval de libertad y alborozados saludamos la llegada de la Democracia; la frase «España necesita un pase por la Izquierda», el mismo viento la propaga. Aunque tal vez propiciase el golpe del 23/F. O quizás lo fuera para que, sin sobresaltos, la Izquierda hiciera su aparición. Sería Felipe, año y medio después, el absoluto ganador de las elecciones. Aquel había abjurado del marxismo y tornó en socialdemócrata. Jugó a gran estadista y creímos en él. Sin embargo el enterramiento de Montesquieu, la lapidaria y premonitoria frase de Alfonso Guerra, «a España no la va a conocer ni la madre que la parió», la Ley de la Educación, temas de corte político, el Gal, la corrupción y otros lo fueron desprestigiando.
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