No pasa día en que tú, cínico por excelencia, no dejes de darme motivos para dedicarte Mi Sentir, aunque en ocasiones sea retrospectivo. Sánchez, constituyes un inagotable filón de crítica para mis neuronas libre-pensantes. Reconozco que tu deleznable comportamiento me produce una profunda frustración, por lo que el escribir sobre ti es un mero mecanismo de defensa de mi ser español. Lo últimamente cacareado sobre la inmigración, tu opinión y la contraria en veinticuatro horas, me lleva a preguntarte en lenguaje cheli, ¿de verdad crees que los españoles somos gilis? ¡Lo eres tú y te comportas como tal! La RAE nos dice de gili: Persona mema, torpe, falta de criterio para tomar ciertas decisiones. Vocablo que a mi juicio te retrata muy bien. Como ciudadano me siento humillado por tu pésima praxis como gobernante. Tu nepotismo, tus ínfulas de dictador caribeño; tus mentiras, la probada indignidad, etc… El tiempo pasa pero no olvido. Tú y tu señora, ambos por separado, habéis promovido sendas fangosas querellas contra todo un Señor de la Judicatura, ambos no le llegáis al calcañal. Recuerda: ¡El que calla otorga! Y ante S. S. callaste. Dado que eres un tahúr no me sorprende tu traición pagando los votos de los independentistas para que el nefasto Illa fuese presidente, ello en detrimento de las demás Autonomías. Hecha la felonía, a descansar haciendo uso y abuso de todos los medios del Estado, convencido de tener sobre ellos una especie de derecho de pernada medieval. Puigdemont vino, vio y riéndose de ti se largó. PD: Sánchez, los «lamborghinis» son productivos. ¿Cuál es tu producción? Miseria. Deja el Falcon, olvídate de La Mareta, Las Marismillas y la Finca de Quintos y hospédate en la fonda El Piojo. Aunque en la España empobrecida seguirás maldecido.
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