La conocida granja orwelliana ya tiene al gallito repitiendo presidencia y a las gallinas y gallos de media pluma expresando su alegría con una explosión de cacareo. Sin embargo, el presidente gallito, para serlo, ha hecho pactos contra natura permitiendo la entrada en la granja a la comadreja, el mustélido turón y el zorrito tontín. Ello con los alborozados aplausos de los plumíferos gallináceos. ¡Pobres ignorantes! No saben que sus socios les van a dejar como al gallo de Morón, sin plumas y cacareando llorosos.
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