En la era del velcro se ha impuesto de nuevo el cordón. El sanitario, digo. Si alguien nos disgusta no hay problema: se le aísla por medio de un cordón sanitario a modo de cinta policial tendida de farola a farola, como hacen los policías en las películas americanas para preservar de intrusos la escena del crimen.
CONTENIDO EXCLUSIVO
Hazte socio por sólo 3 euros al mes. Si eres socio y aún no tienes claves pídelas a socios@lavozdealcala.com.
Si ya eres socio inicia sesión