El último pleno municipal dejó de nuevo una imagen muy alejada de lo que debería ser un espacio de debate y toma de decisiones de la «soberanía» alcalareña. La oposición –excepto un grupo– se levantó en señal de protesta y abandonó la sesión nada más terminar los puntos de gestión del gobierno, y antes de comenzar con las mociones políticas. Esto ocurrió a los 15 minutos de comenzar el pleno, porque el gobierno apenas llevaba contenido.
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