La criminalidad sigue aumentando en Alcalá y seguirá así durante mucho tiempo. El motivo principal es que ahora hay delitos que son más difíciles de perseguir que antes, como son los ciberdelitos y las estafas informáticas. Antes, los robos los cometían los ladrones locales o, como mucho, los que llegan de un pueblo vecino. Ahora, el ladrón puede estar sentado en el sillón de su casa en Rusia, Estados Unidos o cualquier otra parte del mundo. Las patrullas en las calles ya no sirven para reducir la delincuencia, porque esta ha evolucionado.
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