El transporte metropolitano de Alcalá es precario. Lo ha sido durante muchos años y lo sigue siendo. Las protestas, quejas y reclamaciones de la ciudadanía no han servido para resolver un problema que lejos de solucionarse solo hace agravarse. Pero los usuarios del autobús de Casal de las líneas de Alcalá-Sevilla están cansados de promesas y sobre todo están agotados física y mentalmente por los problemas diarios que les ocasiona el pésimo transporte con el que cuenta la ciudad. A diario el autobús pasa de largo por muchas paradas dejando en tierra a decenas de usuarios. Esto ocurre en horas punta, porque los refuerzos que debería habilitar la empresa y el Consorcio de Transportes solo llegan tras las quejas.

CONTENIDO EXCLUSIVO

Hazte socio. Si ya lo eres y aún no tienes claves pídelas a socios@lavozdealcala.com

Si ya eres socio inicia sesión