La planificación de las zonas verdes de Alcalá merece ser repensada por el nuevo gobierno municipal. Tras años de gestión arboricida desde la delegación de Servicios Urbanos de José Antonio Montero, actual asesor del gobierno, las «zonas verdes» de la ciudad tienen que tener un nuevo rumbo que dé un mantenimiento adecuado y sostenible. Además, las nuevas dotaciones verdes de la ciudad tienen que tener en cuenta la crisis climática, especialmente por la falta de lluvia en esta zona. No parece razonable proyectar dos parques con zonas ajardinadas, praderas silvestres, paisajes mediterráneos y especies autóctonas con una inversión cofinanciada por Europa y que en menos de un año estén convertidos en secarrales sin sombra, fruto de una mala planificación y nula falta de previsión.

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