Me sorprende, sinceramente, la ligereza con la que el Ayuntamiento de Alcalá gasta dinero en cuestiones superficiales. Sobre todo en jarana. Las dos ediciones del Castillo Sound Festival de Alcalá, la de verano y la de otoño, han costado a las arcas públicas más de medio millón de euros, que se dice pronto. El gobierno de Jiménez ha pulido en pocos días una ingente cantidad de dinero que sale del bolsillo del contribuyente. Conviene recordarlo ahora que está tan de moda la batalla fiscal. Medio millón de euros que el gobierno afirma haber destinado a la cultura. Claro, la música es cultura. Nadie puede negarlo. Lo que sí cabe cuestionar es si la función de la Delegación de Cultura debe convertirse directamente en una promotora de grandes eventos.

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Licenciado en Periodismo. Actualmente La Voz de Alcalá, Sevilla Actualidad y En Andaluz. Antes en Localia TV y El Correo de Andalucía.