En Andalucía, como decía Dani Rovira en uno de sus monólogos, tenemos nuestras propias unidades de medida: la mijita, el trozo, el pedazo, la pechá… a la que hay que sumar el «culillo», recientemente acuñada por el consejero de Sanidad, Jesús Aguirre, en su peculiar forma de explicar por qué no se estaba administrando la sexta dosis del vial de la vacuna de Pfizer. En esta escala andalusí cabe establecer que un «culillo» es menos que una pechá y algo más que una mijita. Por tanto, se puede afirmar que a gran parte del poder establecido de este país no le queda ni un «culillo» de dignidad, que ya sería mucho.

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Licenciado en Periodismo. Actualmente La Voz de Alcalá, Sevilla Actualidad y En Andaluz. Antes en Localia TV y El Correo de Andalucía.