El paso de «población del montón» a Gran Población tiene sus cosas, aunque en el día a día el alcalareño no lo note. Una de las más significativas es la pérdida de poder del pleno, porque el gobierno podrá aprobar la mayoría de los asuntos de gestión en la Junta de Gobierno local sin necesidad de acudir al plenario. Esto por un lado agiliza los procedimientos, pero por otro cierra la puerta a debates y a la confrontación de ideas. El gobierno, haciendo uso de su mayoría, podrá aprobar siempre, bien el pleno o bien en la Junta de Gobierno, los expedientes que crea conveniente. La diferencia está en la exposición pública de los asuntos.

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Licenciado en Periodismo. Actualmente La Voz de Alcalá, Sevilla Actualidad y En Andaluz. Antes en Localia TV y El Correo de Andalucía.