El 23 de junio de 2022 el PSOE votó en contra de una propuesta de los nacionalistas que pedía reformar el Reglamento del Congreso para poder emplear las lenguas regionales en la Cámara Baja (BOCG-14-B-253-1). Sin embargo, el pasado 21 de septiembre fue aprobado su uso con los votos de PSOE, pese a no haberlo incluido previamente en su programa electoral. Los argumentos esgrimidos por el PSOE contradecían lo que había defendido solo quince meses antes. No comprendo cómo los socialistas no se cansan de cambiar sumisamente de discurso cada vez que lo impone Pedro Sánchez. ¿A qué se debe este giro de 180º? Simplemente a que Pedro Sánchez necesita los votos de los independentistas para ser presidente y su desordenada e ilimitada ambición le llevará a hacer lo que le pidan. Las concesiones no han hecho más que empezar. En los países serios el funcionamiento de las instituciones democráticas no depende de intereses partidistas coyunturales. Francina Armengol permitió el uso de las lenguas regionales días antes de ser reformado el Reglamento. En cualquier país europeo este hecho se habría visto como un ataque al Estado de Derecho.
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