En la primavera de 2023, tras las elecciones autonómicas y municipales, parecía que la presidencia-Sánchez tendría las horas contadas. Pero la sorpresiva convocatoria electoral para el 23 de julio rompió de nuevo los esquemas preestablecidos del 78. El «sanchismo» se negaba a desaparecer sin sus Termópilas, luchando épicamente contra las hordas aquémidas azules y verdes. El resultado, muy apurado, supuso la derrota electoral de Sánchez, pero la victoria del sanchismo. Con lo cual el presidente, reconvertido en Leónidas triunfante, tenía una oportunidad de seguir gobernando.

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