Cuando el gobierno español se ofreció a acoger al barco de rescate Aquarius, la acusación de que se trataba de una medida electoralista no se hizo esperar. La decisión tenía contenido humanitario, pues las vidas de cientos de inmigrantes estaban en riesgo, y carácter excepcional. Y es coherente con el esfuerzo que realiza España en su frontera sur, con el rescate diario de personas en aguas del Mediterráneo.

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Economista. Interesado en el marketing, la política, la ciencia y la tecnología.