La orquídea es una planta excepcional por su belleza, que ha jugado un papel singular en la Historia del mundo contemporáneo. Ya en el siglo XVIII provocó fascinación entre las clases acomodadas de Francia e Inglaterra, cuyas expediciones en búsqueda de pequeñas flores provocaron grandes expolios en las selvas tropicales de África y Sudamérica, de Indonesia, Java, Nueva Guinea y Borneo. El mismísimo Charles Darwin dedicó una de sus principales obras a esta curiosa familia botánica. Gracias a quienes se han esforzado por conocer y entender las orquídeas hoy tenemos entre quince mil y treinta y cinco mil especies conocidas, y hemos llegado a conocer algunas de sus maravillosas rarezas. Hoy sabemos, por ejemplo, que algunas orquídeas poseen raíces aéreas, que en lugar de hundirse en la tierra se levantan hacia el cielo y vuelan a la vista de todos.
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