Los sindicatos con representación en el Ayuntamiento de Alcalá -USO, UGT, CCOO, CSIF, SPPME- han firmado un documento en el que muestran su preocupación porque el Consistorio no cuente aun con una evaluación de riesgos específica sobre la exposición al COVID-19.
Los denunciantes aseguran que, en las condiciones en que están siendo obligados a trabajar de forma presencial, «se pone en riesgo la seguridad y la salud de la plantilla municipal». En este sentido, lamentan que todavía no se tenga un Servicio de Prevención de Riesgos Laborales propio, como exige la Inspección de Trabajo desde el 26 de marzo de 2018, encargado de realizar las evaluaciones y de dirigir y aplicar el plan. «Esta falta de criterios técnicos rigurosos hace que se vaya improvisando y jugando con la salud de toda la plantilla».
Para evitar riesgos, los sindicatos han pedido que ningún empleado trabaje de forma presencial «hasta no contar con la preceptiva evaluación de riesgos específica y el visto bueno del servicio de prevención». Especialmente, señalan, en casos de patologías que pudieran ser agravadas, los de grupos vulnerables o de riesgos y los casos posibles. Además, piden que la evaluación comience con los empleados que ya están prestando servicios presencialmente, para los que piden que se les realicen los test.
Los sindicatos exigen una negociación y la participación de todos las organizaciones sindicales en el plan de reincorporación y en los necesarios protocolos de vuelta al trabajo presencial a través de la Mesa General de Negociación.
Por último, han pedido la dimisión del presidente del comité de seguridad y salud, Juan Borrego, por «incumplir los acuerdos adoptados por el comité de seguridad y salud y no cumplir con sus funciones en materia de prevención de riesgos laborales».
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