Castillo de Alcalá

Durante la conferencia Castillo de Alcalá de Guadaíra: Campañas arqueológicas 2021/2024, celebrada en el Museo de Alcalá a cargo del arqueólogo y doctor en Historia Enrique Luis Domínguez, dicho experto ha manifestado que «las edificaciones adosadas a la Torre Mocha podrían corresponderse con el ‘corral del Concejo’, en el que tuvo su sede el Concejo (Ayuntamiento) durante la baja Edad Media».

Se trata de uno de los más recientes resultados de los trabajos de investigación arqueológica en el cerro del Castillo, puesto que aunque el estudio y trabajos sobre este área se suceden de forma sistemática, sobre todo en los últimos 25 años, las herramientas y técnicas arqueológicas avanzan y permiten un mayor conocimiento. De hecho, en la última campaña se ha incorporado la técnica de levantamiento fotogramétrico, que permite incluso obtener modelos tridimensionales útiles para determinar formas y extraer medidas.

En la conferencia, que contó con la participación de parte de alumnado del Aula Abierta de Mayores, el arqueólogo detalló la complejidad de los estudios al ser el cerro del Castillo un espacio amplio en el que convergen distintos elementos, desde lo monumental, a lo arqueológico, en medio de un barrio vivo y otros elementos urbanos que a través de los siglos han experimentado distintas fases de tanto de construcciones como de usos.

Nuevas perspectivas

En cuanto a las investigaciones de la Torre Mocha, Domínguez resaltaba que en anteriores investigaciones, especialmente en las de 1989, no se solían realizar estudios de los muros o torres (estructuras emergentes), sino que estaban más centradas en las excavaciones del subsuelo, por lo que los trabajos actuales ofrecen nuevas perspectivas de conocimiento.

Es por ello que, entre otros resultados, destacaba que el hecho de que hubiera construcciones adosadas a la fachada de la Alcazaba (construida cerrando espacios hacia la primera mitad del siglo XV), significa que había perdido su carácter militar, y cómo el descubrimiento de un emblema heráldico de la Corona de Castilla permite interpretar este espacio como ámbito de representación real, lo que descartaría un carácter de vivienda privada para las edificaciones adosadas.

Otro aspecto interesante es la ubicación de un altar-capilla dedicada a Santa María del Águila, conocido por la documentación histórica pero no localizado hasta la reciente intervención arqueológica. Este altar tuvo decoración pictórica, perdida ya a comienzos del siglo XX. Además, en esta última investigación en esa zona se han recuperado un importante número de piezas cerámicas bajomedievales y modernas (siglos XIV /XVIII), un periodo del recinto fortificado poco conocido hasta la fecha.

La zona noble del castillo

En los trabajos, aún no cerrados, del Alcázar Real destacan siete fases de construcción a partir de la Edad Media. Este sector es el núcleo del recinto monumental, ‘zona noble’ del Castillo y sede de la alcaidía de la fortaleza, con elementos singulares como la Torre del Homenaje o la Puerta de la Traición.

Las distintas investigaciones previas señalaban a un origen bajomedieval, pero se ha detectado por primera vez un tramo de lienzo que se puede remontar a la época almohade. Se ha podido documentar asimismo un conjunto de pilares cruciformes dispuestos regularmente al interior del alcázar, que ofrecían un espacio diáfano con funciones de representación.

Asimismo, se constata la existencia de una planta superior del recinto, así como la compartimentación del mismo para disponer de distintas estancias, quedando la Torre del Homenaje como centro de la edificación bajomedieval.

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