«Hoy me ha llegado el día. Ese día que ninguno de los que disfrutamos con nuestro trabajo queremos que llegue». Con estas palabras comienza la carta de despedida del hasta ahora inspector jefe de la Comisaría Nacional de Policía de Alcalá de Guadaíra, Manuel Rodríguez Pazos. Un adiós al servicio, pero no a ese sentir que le hizo vestirse el uniforme hace ya 43 años: «Un policía nunca se jubila», asegura.
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