La intervención, realizada de forma urgente antes de la época de lluvias, ha durado un mes y ha consistido en el recalzado de la cimentación, eliminación de vegetación y tapado de grietas.

El Ayuntamiento ha concluido una primera fase de obras para la consolidación preventiva de  Torre Mocha del Recinto Fortificado alcalareño. Se han realizado de forma urgente antes de la época de lluvias y han consistido en el recalzado de la cimentación, eliminación de vegetación y tapado de grietas que amenazaban su estructura. A medio plazo será objeto de nuevas mejoras en el marco del plan de rehabilitación contemplado por la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Andalucía.

Esta primera intervención ha sido coordinada por la Gerencia de Servicios Urbanos y la Delegación Municipal de Patrimonio. Bajo la dirección del arquitecto Álvaro Gómez González, ha sido ejecutada en el plazo de un mes por la empresa alcalareña especializada en trabajo vertical Acron, con un presupuesto cercano a 22.000 euros. Las obras están acabadas a falta de una grieta en una de las murallas, de la que no se ha podido eliminar toda la vegetación y que, según los expertos, requiere una obra posterior más profunda.

Estos trabajos se han realizado de forma urgente para resolver daños observados en los cimientos y murallas de la torre que, de no acometerse y ante las inclemencias del tiempo, podían afectar a su estructura. De los mismos se ha dado cuenta a la Junta de Andalucía, mientras se trabaja en los próximos proyectos de restauración que afectan tanto a esta torre como a otros elementos de la Fortaleza. En todos los casos, es necesario un informe arqueológico y catas de prospección que permitan recurrir a técnicas acordes con los materiales y etapas de la estructura.

La Alcazaba de la Torre Mocha se localiza en el sector oriental del Recinto Fortificado de Alcalá de Guadaíra. Su nombre se debe a la presencia, en su extremo este, de una gran torre de planta rectangular “desmochada”, o sea sin su planta superior, arruinada desde hace varios siglos. Esta alcazaba se corresponde en realidad con parte del dispositivo de la antigua Puerta de Santa María, acceso histórico a la villa de Alcalá desde el camino actualmente consolidado por la popular Cuesta del Águila.

Aunque las investigaciones arqueológicas son limitadas en este sector del Recinto Fortificado, los restos conservados apuntan a un origen bajomedieval para la Puerta de Santa María y Alcazaba de la Torre Mocha, en relación con la construcción de la Muralla de la Villa, que rodeaba el asentamiento fundado por Alfonso X en 1280. Es probable que entre los ss. XIII/XIV la Puerta de Santa María (de la que solo se conserva actualmente el arranque de uno de sus arcos) diese acceso directo a la zona urbana de la Villa. Posteriormente, la construcción del recinto de la Alcazaba de la Torre Mocha complicó el acceso como recurso defensivo, algo habitual que ya pudo documentarse en la otra puerta del recinto de la Villa, la Puerta de San Miguel.

Como dato curioso, durante la baja Edad Media (ss. XIV/XV) la Alcazaba de la Torre Mocha fue la sede del Cabildo de Alcalá, germen del actual Ayuntamiento. Este uso se mantuvo hasta 1487, año en el que las casas capitulares fueron trasladadas al entorno de la iglesia de Santiago. A partir de esa fecha, el espacio de la antigua Puerta de Santa María comenzó un lento proceso de deterioro, hasta la ruina de la Torre Mocha y la rotura de la Muralla de la Villa con motivo de la apertura del acceso al antiguo cementerio de la iglesia de Santa María, en algún momento impreciso entre los ss. XVII / XVIII.

Con la puesta en marcha del programa cultural y turístico Noctaíra, en los últimos años el entorno de la Torre Mocha se ha puesto en valor al acoger representaciones teatrales que han cobrado mayor realce por la singularidad y belleza del entorno monumental, lo que ha fomentado el número de visitantes y la actividad económica en los negocios de la zona.

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