- El infantilismo de Alcalá Nos Importa en el Pleno municipal
- Manuel Araujo niega su dimisión y continuará como concejal de ANI
El concejal de Alcalá Nos Importa (ANI), Manuel Araujo, ha confirmado que seguirá como edil no adscrito si su partido ejecuta la expulsión que está tramitando. En conversación con La Voz de Alcalá, Araujo manifestó su deseo de continuar su labor como electo de la Corporación municipal y rechazó las acusaciones de su compañero José Luis Roldán durante una entrevista en la televisión local.
Roldán anunció que «en unos días habría una resolución sobre Manuel Araujo», en referencia a su expulsión del partido para obligarle a abandonar el Grupo municipal de Alcalá Nos Importa. Según el líder de partido «las diferencias surgen cuando a Manuel Araujo le colocan la medalla de concejal». «Recibimos una notificación comunicándonos que no quería formar parte de ningún cargo orgánico del partido», pero «no especifica nada sobre el acta de concejal». La estrategia de Alcalá Nos Importa pasa por su expulsión del partido.
En este sentido, Manuel Araujo ha replicado públicamente que la situación en Alcalá Nos Importa «se empezó a torcer cuando se perdieron los valores con los que se fundó el partido» y «cuando abandonamos nuestra esencia para pasar a ser políticos». Señala que Jésica Garrote, número tres en la lista electoral, ya había cogido casi todo el mando y comunicó a que «dejáramos de hacer vídeos porque ya éramos concejales».
Nombramiento de Garrote como secretaria del Grupo
Araujo explica que, tras el 28 de mayo, se le comunica el nombramiento de Jésica Garrote como secretaria del Grupo. El concejal se opuso «rotundamente» ya su intención era que todos sus compañeros optaran a dicho puesto y «se votara democráticamente».
Según la versión de Araujo, en una reunión posterior sin su presencia se ratificó la decisión. Esta fue comunicada por la secretaria de organización. «Las actitudes antidemocráticas provocaron la dimisión de compañeros», sostiene Araujo.
Estos hechos provocan la decisión de Araujo de no formar parte de la junta directiva, pero sí de mantenerse como afiliado de base. «El gran desacuerdo es negarme al enchufismo puro y duro. Lo hemos criticado durante años. No lo he consentido ni lo voy a consentir», insiste, ratificando su decisión de no dimitir. También acusa a Roldán de convertir el partido en un proyecto «unipersonal». Araujo entiende también que la carta de expulsión firmada por el comisión de garantías «no explica el motivo».