El estudio de seroprevalencia que el Ministerio de Sanidad en España pone en marcha desde este lunes para conocer la evolución de la pandemia del coronavirus, será esencial para ir tomando decisiones para la desescalada. “Será un estudio muy completo”, ha asegurado Salvador Illa, “con datos por provincias y municipios”.

El Institucional Nacional de Estadística (INE) ha desarrollado una muestra representativa de la población que será la base del estudio: se han elegido 36.000 hogares en los que viven al menos dos personas y que están situados en ciudades y localidades “pequeñas y medianas” de 50 provincias españolas.

Concretamente, por provincias, en Álava se van a analizar a 1.200 personas, en Albacete 1.260, en Alicante 2.400, en Almería 1.380, en Ávila 1.020, en Badajoz 1.860, en Baleares 2.460, en Barcelona 5.160, en Burgos 1.200, en Cáceres 1.440, en Cádiz 1.800, en Castellón 1.320, en Ciudad Real 1.380, en Córdoba 1.440, en A Coruña 1.980, en Cuenca 1.080, en Girona 1.440, en Granada 1.560, en Guadalajara 1.140, en Guipúzcoa 1.620, en Huelva 1.260, en Huesca 1.140, en Jaén 1.320, en León 1.320, en Lleida 1.200 y en La Rioja 1.980.

Asimismo, en Lugo van a participar 1.200 personas, en Madrid 6.000, en Málaga 2.100, en Murcia 2.700, en Navarra 2.160, en Ourense 1.140, en Asturias 2.400, en Palencia 1.020, en Las Palmas 2.040, en Pontevedra 1.800, en Salamanca 1.200, en Tenerife 1.980, en Cantabria 2.100, en Segovia 1.020, en Sevilla 2.340, en Soria 960, en Tarragona 1.500, en Teruel 1.020, en Toledo 1.620, en Valencia 2.940, en Valladolid 1.380, en Vizcaya 2.040, en Zamora 1.020, en Zaragoza 2.160, en Ceuta 900 y en Melilla 900.

Desarrollo del estudio

El muestreo realizado proporciona una muestra representativa a nivel provincial, autonómico y nacional. El tamaño muestral por provincia varía entre 900 personas en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y 6.000 personas en Madrid, lo que permite estimar la seroprevalencia de COVID-19 con suficiente precisión en todas las provincias. Se preserva a su vez la proporcionalidad poblacional interprovincial, lo que redundará en una mayor eficiencia en las estimaciones tanto autonómicas como nacionales.

Los participantes en el ENE-COVID responderán a un breve cuestionario y se realizarán pruebas serológicas para determinar si tienen anticuerpos frente al virus.

En primer lugar, se les hará un test rápido de determinación de anticuerpos en sangre por inmunocromatografía, que proporciona información para saber si la persona ha estado infectada. Esta prueba se realizará en el propio hogar o en un centro de salud, en función de la evolución de la epidemia y de las circunstancias de cada familia.

La sensibilidad de esta prueba, que sólo requiere de un pinchazo en el dedo, se estima que es superior al 80%, pero esta información relativa a su precisión diagnóstica se ha obtenido en grupos muy concretos de pacientes y se desconoce si puede extrapolarse al conjunto de la población.

Por tanto, para asegurar la fiabilidad de los resultados y aplicar el máximo rigor metodológico, se ha considerado muy recomendable obtener de forma adicional muestras de sangre por venopunción (pinchazo en el brazo) en todos aquellos participantes que den su consentimiento. El análisis de las muestras de suero, liderado por el Centro Nacional de Microbiología, se hará usando técnicas serológicas más sofisticadas y más precisas.

Gracias a estas dos pruebas, que combinan diferentes niveles de precisión, se obtendrá una estimación poblacional de la presencia de anticuerpos del virus.

Junto a estos dos estudios serológicos, los participantes en el estudio responderán diferentes preguntas sobre síntomas y posibles fuentes de infección, mediante un cuestionario epidemiológico que se recogerá a través de una aplicación web para facilitar una obtención rápida de la información.

Información para participantes

Los hogares han sido seleccionados al azar. Cada uno de ellos recibirá una llamada telefónica para informar a sus residentes sobre los objetivos del estudio ENE-COVID, solicitar su consentimiento y concertar la visita domiciliaria, o la cita en el centro de salud. La participación en el estudio es voluntaria, pero es muy importante la colaboración de todas las personas seleccionadas para que la información del estudio sea una foto real de la situación.

De cada participante se obtendrá la información necesaria para conocer la existencia de un diagnóstico previo de COVID19, la presencia o antecedentes de síntomas compatibles con esta enfermedad y los principales factores de riesgo conocidos.

Se está cuidando especialmente la información ofrecida a los participantes, especialmente en lo referente a la interpretación de los resultados de los test. Entre otras medidas, se pondrá a disposición de los participantes una línea de atención telefónica para resolver dudas, y se contará con un documento de consentimiento informado para cada miembro del hogar, incluyendo uno orientado a menores, para que comprendan en qué consiste su participación.

Además, se ha establecido un programa de formación coordinado por la Escuela Nacional de Sanidad para el personal sanitario que realizará el estudio, y se ha elaborado con un protocolo específico de bioseguridad para proteger la salud del personal que realizará el trabajo de campo y de las personas participantes.

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