Nos envían esta fotografía de una placa de prohibición de aparcamiento en la Semana Santa alcalareña. No había otro sitio donde ponerla que en la puerta de un establecimiento.
Y es que la Delegación de Tráfico es una maravilla de despropósitos. La falta de información ciudadana ha sido evidente durante esas fechas. Calles cortadas durante horas sin el paso de ninguna cofradía. Señales de prohibición que permanecían cuando no pasaba  ninguna procesión. Y lo malo es que esto pasa todos los años. El Plan Varal sigue siendo una entelequia, si no, que se lo pregunten a los conductores y visitantes a nuestra ciudad. ¡Tráfico!

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