En la calle Juan Pastor el Barbero se encontraba un espejo de seguridad de tráfico que resultaba de mucha utilidad a los vehículos que transitaban por la calle Moreno de Alcalá, y que se querían incorporar a la vía que desemboca en el Parque Blas Infante, para la que hay un ceda el paso. De este espejo apenas queda un trozo del plástico que lo sujetaba y el mástil. Se desconoce cómo ha llegado a acabar en esas condiciones pero debería plantearse reponerlo. La visibilidad en el cruce es reducida y dificultosa, y este espejo servía de gran ayuda.
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