Que la epistolografía está clínicamente muerta, es innegable, aunque hay fervorosos reivindicantes de las epístolas de los móviles, los WhatsApp, que afirman su pervivencia. Sólo las Cartas al director podría invocarse como reducto del género epistolar. 

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Colaborar de La Voz de Alcalá desde los inicios del periódico. Catedrático de Instituto de Lengua Griega e Historiador de la Antigüedad.