El Concurso Internacional de Pintura de Alcalá de Guadaíra cumple medio centenar de ediciones y lo celebró ayer en el Museo de Alcalá con un ciclo expositivo y la edición de un libro con una retrospectiva de las primeras 49. La alcaldesa de la ciudad, Ana Isabel Jiménez, inauguró en el Museo de la Ciudad la primera de las dos muestras antológicas con los pinturas ganadoras desde el año 1960. 

El Ayuntamiento dará a conocer en enero próximo las bases de la que será la 50 edición del Concurso Internacional de Pintura de Alcalá de Guadaíra, por la que el Museo acoge desde ayer la primera de dos exposiciones conmemorativas con las obras ganadoras, «1960-1995: Orígenes y evolución», que permanecerá abierta hasta el 22 de enero de 2023. En una segunda muestra se podrán ver los cuadros ganadores en los certámenes comprendidos entre 1996 y 2022. También ha editado el libro «Pintura, 50 ediciones del concurso de Alcalá de Guadaíra», con una retrospectiva de las 49 ediciones consecutivas de un certamen que, no obstante, tiene antecedentes desde 1922.

Una 50ª edición para «cien años de historia»

Francisco Mantecón, director del Museo, pronunció un discurso dedicado a la pintura y, concretamente, a la pintura de Alcalá, que iniciaría el acto. «No es frecuente que una convocatoria cultural alcance las cincuenta ediciones, como será el caso del Concurso Internacional de Pintura cuando en enero se haga pública la correspondiente a 2023».

Además, destacó que, aunque se tratara de una 50ª edición, serían en realidad «cien años de historia» los que cumpliría la historia del certamen desde su concepción original, recordando que «esta iniciativa tuvo su precedente en las exposiciones colectivas de pintura de paisajes que desde agosto de 1922 organizaran Luis Contreras y Luis Cotan, con motivo de las entonces llamadas Fiestas de la Virgen del Águila».

De hecho, tanto es así que aún se conservan testimonios de cómo en las décadas siguientes sucesivos responsables municipales, técnicos y diversos colaboradores apoyaron y mantuvieron esta propuesta. Finalizó su turno de palabra traduciendo en palabras lo que para sus organizadores significaba la celebración de un certamen de estas características: «Un concurso nunca es una pauta definitiva, pero a quienes los organizamos nos ilusiona pensar que el ser premiado o elegido finalista, puede suponer una reafirmación a una línea de trabajo, o una manera de hacer, para levantarnos cada mañana y seguir pintando».

En el acto inaugural estuvo presente el decano de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla, Daniel Bilbao, quien elogió la longevidad del concurso y el empeño del Ayuntamiento en fomentar esta disciplina artística en una tierra de pintores como Alcalá de Guadaíra.

El periodista Pepe Romero, autor del texto principal del libro recopilatorio, destaca el papel de Luis Contreras, que puso una pica en la plaza del Duque; concretamente, en el Consistorio alcalareño. Aquellas exposiciones de los años veinte quedaron para el recuerdo. No todos los días se conseguía colgar en las paredes de las salas municipales cuadros de Emilio Sánchez Perrier, Nicolás Alpériz, José Arpa, Francisco Hohenleiter, José María Labrador, Manuel González Santos, Juan Miguel Sánchez, José Rico Cejudo, Santiago Martínez, Gustavo Bacarisas… Y así un largo etcétera de «viejos conocidos del lugar», artistas cuyas carreras estaban marcadas por distintas estancias creativas en Alcalá, donde perfilaron, quizás, una edad de plata del paisajismo andaluz, con aires de Barbizón.

Este ciclo conmemorativo culmina meses trabajando del Museo de la Ciudad para la organización de las exposiciones y edición del libro recopilatorio, con especial dedicación en la búsqueda de documentación de los primeros años de certámenes de pintura que fueron la génesis del actual Concurso Nacional.

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