Comparsa La consentida - Manuel Fernández (Ayuntamiento de Cádiz)

Alcalá volvió a hacerse presente en el Gran Teatro Falla de Cádiz durante la undécima sesión de preliminares del COAC gracias a la comparsa de las Niñas. La agrupación que dirige Clara Isabel Rojas se presentó caracterizada de flores y demostró, como de costumbre, un gusto y una dulzura -musical y vocal- extraordinarios.

«Otra vez la vida vuelve a florecer». Y florecieron también los pasodobles. La primera letra sirvió a las comparsistas para saldar la deuda pendiente con sus madres, a las que describieron como «mi primavera, mi jardinera» o «la luz en mi ventana». «Una madre no falla, no desvanece», por eso declararon en el remate que, «hasta que marchites, tú serás mi consentida».

El segundo pasodoble fue un repaso por los olores de la infancia. Lo que parecía una copla sentimental, sin embargo, tornó en denuncia social en sus últimos versos, en los que aseguraron que «por el olor del dinero, mi casa me la han quitado».

La tanda de cuplés de la comparsa de las Niñas no echó raíces en el Falla. Destacó más el primero, que fue una explicación de la reproducción de las flores, la cual terminó con un «es mucho más efectivo cuando te ponen mirando a Cuenca». La delicia de esta pieza estuvo en un estribillo anclado al tipo y ejecutado sin fallos.

El pase de La consentida por preliminares concluyó con un popurrí de regreso a la idea original. Las alcalareñas narraron el paso de la vida vista desde su balcón y repasaron la actualidad política a través de los colores, declarando que «el rojo de la rosa ya no va en un puño obrero y le atacan las gaviotas desde el azul de los cielos».

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