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El pasado 17 de octubre se celebró una conferencia sobre los azulejos portugueses en el Museo de Alcalá. Luis Jorge Gonçalves, profesor de la Facultad de Bellas Artes de Lisboa, y Clàudia Matos Pereira, artista plástica, fueron los encargados de compartir sus conocimientos sobre esta forma artística, muy identificativa de la arquitectura de Portugal.
La presentación de estos expertos corrió a cargo de Olga Duarte. La charla comenzó con un recorrido por la historia del azulejo portugués y todas las influencias que fueron conformando los estilos que lo caracterizan. Gonçalves hizo mucho hincapié sobre la importante relación artística que conecta a Portugal con España y, especialmente, con lugares como Sevilla, donde los azulejos son también un recurso decorativo muy relevante. El profesor expresó su sorpresa cuando descubrió el uso de azulejos en Sevilla. «Para mí fue algo memorable porque me pareció algo cotidiano», dijo Gonçalves, añadiendo que también había percibido esa cercanía cultural en los edificios de Alcalá de Guadaíra.
«Sevilla ha dado mucho al azulejo portugués», explicó el experto. Otros lugares de España como Talavera de la Reina también fueron señalados como fuentes de influencia en el arte decorativo de Portugal. La mayólica italiana, la tradición marroquí, el arte persa e indio, la porcelana china o las corrientes de los Países Bajos fueron otras influencias importantes que se presentaron en la conferencia.
La evolución de los azulejos portugueses
Los dos expertos continuaron mostrando la evolución del estilo propio que ha pasado a caracterizar al azulejo portugués a través de la historia. Ya en los siglos XVI y XVII se fue conformando una corriente propia con policromía y no figurativa. Desde la última década del siglo XVII ya comienzan a aparecer firmas reconocidas y se populariza el uso del azul y el blanco. El azulejo atraviesa una gran variedad de etapas y estilos, manteniéndose a día de hoy como una forma artística que sigue decorando todo tipo de calles y edificios en Portugal.