A lo largo de la década de 1970 fui tomando conciencia de que aquellos molineros que yo conocía por sus nombres (el Chacho del molino, Sebastiana la de Vinagre, María la Molinera, los Tapizo, Pedro Pedrero o los de Parealta) se habían quedado para siempre atrapados en el paisaje de mi infancia.

CONTENIDO EXCLUSIVO

Hazte socio. Si ya lo eres y aún no tienes claves pídelas a socios@lavozdealcala.com

Si ya eres socio inicia sesión

Francisco López Pérez, maestro de Educación Primaria, licenciado en Geografía e Historia, colaborador habitual en la presa local alcalareña.