Camino de Bolonia era costumbre para mi padre, casi de obligado cumplimiento, hacer parada y fonda en Chiclana de la Frontera. El ritual conllevaba hacer acopio, en alguna de sus bodegas, de un par de cántaras de vinos.
CONTENIDO EXCLUSIVO
Hazte socio por sólo 3 euros al mes. Si eres socio y aún no tienes claves pídelas a socios@lavozdealcala.com.
Si ya eres socio inicia sesión