Lo siento señora alcaldesa. Hay que tener muy blindado el estómago para vendernos la moto de que el pacto de Pedro Sánchez, el Guapo, con Esquerra Republicana de Catalunya, el Partido Nacionalista Vasco, los del Bloque gallego y los bilduetarras, beneficien a Andalucía. Eso no tiene ni pies ni cabeza. Eso no se lo cree ni toda la ejecutiva socialista del Sur de España ni jarta de copas de fino y botellines de cerveza en una feria que durara tres meses y medio y no pudieran salir de la caseta. La desvergüenza de su partido no tiene límites. Hacernos comulgar con esa rueda de molino, que progreso es dos Españas desiguales, la de los que viven en la regiones consideradas históricas y las de los demás, es de cenutrios. Lo mejor en estos casos, créame, es mantener la boca cerrada. Mirar para abajo y esperar a que escampe. ¿Es que hay orden de arriba de hacerle el caldo gordo a la ex todopoderosa Susana para que no pierda la comba y sea pasto de las llamas del sanchismo? Pues muy mal hecho. Daba pena verla a ella que no desaprovechó la ocasión para desplazarse a Madrid y sólo con su presencia decirle a todo el mundo, eh, que estoy aquí para apoyar a Sánchez; que donde dije Diego digo digo. Mucha gente de Alcalá ha vivido en sus propias carnes lo que era ser un emigrante en la Cataluña del totalitarismo supremacista. Muchos de sus hijos han tenido que convertirse en independentistas radicales como ascensor social para no caer en el menosprecio y la exclusión. No. El “conflicto territorial” en la neo lengua socialista no existe. Lo ha creado el odio de unos nazionalistas (la z no es una errata) y lo pagaremos todos los españoles y los andaluces muy especialmente.[/pc-pvt-content]

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Periodista del diario ABC desde 1989. Alumno becado por el Foreign Office en Londres, fue profesor de Opinión Pública en el Instituto Europeo de Estudios Superiores de Madrid