Los mayores nos vamos convirtiendo en legión, mientras que la pirámide de población se invierte. En los años sesenta y setenta, el número de jóvenes ocupaba la base y sostenía a la pirámide. Esa base se está desmoronando y ya apenas sujeta el sistema social.
Se habla de crisis demográfica. Nuestros jóvenes no tienen hijos o tienen uno o dos, como mucho. Las mascotas (he leído que ya hay más tiendas para mascotas que tiendas para bebés) han sustituido a los hijos. Las mascotas dan compañía y cariño, pero no causan problemas mayores, como puede ser el caso de los hijos. Hay muchas personas viviendo solas.
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