Hoy conjunto de ciudadanos, antes llamados españoles, desmemoriados unos, ignorantes los más, gobernados por políticos cretinos con un plus de impudicia, que se deleitan arrojando por la borda todo aquello que además de unirnos nos engrandecía en pos de una perversa veleidad: La III RepúbliKa. Estos días, para que nos olvidemos de la mala praxis y peor pedagogía del gobierno sanchista-coletista (por ejemplo, en la Pandemia) y de sus fechorías individuales o colectivas, a través de OKDiario –ejerciendo su libertad periodística– estamos conociendo por capítulos otras supuestas ruindades del Rey Juan Carlos, contadas por una cortesana, tal vez amante despechada, a un tal Villarejo, de dudosa reputación por pertenecer, al parecer, a los bajos fondos del Estado, hoy encarcelado. Supuestamente no existen otras pruebas que la palabrería de dicha individua. En todo caso tenemos un Organismo –hace mucho que dejó de ser el Tercer Poder del Estado– al que llamamos Justicia que debe instruir al respecto con independencia, sin presiones y con ética profesional y si el instruido resulta culpable de delito caiga sobre él todo el peso de la Ley. Sin embargo, la extrema izquierda gobernante, sus agitadores callejeros y adláteres mediáticos, constituidos en jueces y parte han dictado sentencia de culpabilidad contra el emérito Rey. Pero lo peor es su utilización como ariete para derribar el constitucional edificio que es La Monarquía Parlamentaria, imprescindible para imponernos la 3a RepúbliKa. Hago uso de los adjetivos desmemoriados e ignorantes para dejar patente que la 2a República fue causa o efecto de la Guerra Civil que dejó España como un erial. Y la tercera que señalo con K, nos traerá el kaos. Y también los uso para que tengamos presente lo beneficioso para España que fue el reinado de don Juan Carlos I. De bien nacidos es ser agradecidos. Sin espacio para enumerarlos, remito al lector a las hemerotecas.
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