Pepe era un tipo delgado, con bigote a veces, que pasaba las tardes y los días enteros en su quiosco. Pepe era un personaje querido y respetado, un hombre que dedicó su vida a su quiosco y a su barrio. Su negocio era pequeño y siempre olía a papel de periódico mezclado con el dulce de las golosinas. Pepe vendía helados «Miko», chucherías y por las mañanas repartía la prensa nacional y la local como La Voz de Alcalá. Era un personaje de barrio, como el Cervan de Cuéntame. Trataba con especial atención a todos sus clientes, desde los niños que compraban chucherías hasta los mayores que se acercaban a comprar el tabaco o el periódico.

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