Estaba lloviznando y la cola que se formó en la puerta de Correos crecía y crecía, como si estuviera echando una varillita -compitiendo- con la cola de la lotería, que llega hasta la Plazuela.

CONTENIDO EXCLUSIVO

Hazte socio. Si ya lo eres y aún no tienes claves pídelas a [email protected]

Si ya eres socio inicia sesión