Alcalá se encuentra en un momento crucial de su desarrollo urbano. Los datos sobre su arbolado y la calidad de vida urbana revelan una necesidad urgente de transformación. Según el estudio de Alwadi-ira, la cobertura arbórea de la ciudad es solo del 15%, muy por debajo de la media nacional, y con una distribución desigual que afecta a los barrios más vulnerables. Este déficit no solo es un problema ambiental, sino también social, ya que los espacios verdes impactan directamente la salud de los habitantes. La reciente puntuación de Alcalá en el Índice de Diseño Urbano Saludable (IDUS), con un 3,79 sobre 10, coloca a la ciudad en una de las peores posiciones de Europa, mostrando serias deficiencias en aspectos clave como la calidad del aire, la movilidad sostenible y la accesibilidad a espacios verdes. Alcalá debe abordar de manera urgente estas carencias, ya que el diseño urbano afecta la salud de sus habitantes, favoreciendo la contaminación, el calor extremo y la falta de espacios para la convivencia. Es urgente crear un entorno más saludable y adaptado al cambio climático.
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